lunes, 10 de marzo de 2008

Basket Dog

llevaba ya varios años sin jugar basketball, hace ya algunos años estuve en la selección del colegio, pero lo fui dejando lenta, inexorablemente.

El jueves pasado al llegar a la casa sola y ver en el garage la vieja canasta, me pregunte el por que había dejado de hacer algo que me gustaba y divertía tanto..... así que me fui a la tienda y compre un balón.

Intente jugar el sábado un rato en la tarde pero no pude hacerlo por mas de 10 minutos, así que ayer me desquite.

Fue increíble el regresar a jugar, desde ponerte el outfit adecuado, pero lo mejor es que mi compañero de juego fue Reppel, mi perro. Él es un schnauzer sal y pimienta, parado en dos patas me llega a la cintura y tiene una gran perronalidad. él era el defensa y vaya si me hizo correr, no le tenia miedo a bajar los rebotes de la pelota con su pecho y de controlar el balón con sus patitas. Incluso llegamos a jugar tan rudo que yo me lleve un par de arañazos en la pierna y él varias cargas y manotazos de mi parte.

Fue el mejor entrenamiento para recuperar la agilidad para botar el balón, aunque ya no soy tan certero con mis tiros, si darnos cuenta ya había pasado la hora, y estábamos ya bastante cansados, pusimos una frasada en el jardín y nos tiramos a ver las nubes de la tarde ante el atardecer.

Fue una muy buena manera de pasar la tarde del sábado, jugando con mi perro, basket dog.

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