Siempre hay aprendizaje tras las huellas de las botas, la mochila a la espalda, los mapas, los nuevos lugares que mantienen vigente la capacidad de asombro.
Creo que ya se lo que quiero ser cuando sea grande. Voy a ser trotamundos.
Quiero conocer las creaciones del hombre, probar comida exótica, rara, hay tantos cuadros y esculturas que beber, tanta arquitectura que capturar en los ojos, tanta música que bailar, tanta gente que conocer.
Pero siempre es hermoso el regresar al Valle que nunca duerme, ir en el avión y ver durante tanto tiempo millones de luces abajo, México es algo raro, mágico, especial, pero creo que por lo menos ahora, es demasiado intenso para mi.
Ando haciendo la mochila, una vez mas al sur, por tercera vez a Centroamérica, pero con los ojos bien abiertos para vivir al 100%, andar entre los volcanes y las selvas, Guatemala nos espera.
3 comentarios:
Buen vieje hermano. Ya contaras tus impresiones.
Buen viaje!!!
Ya escribiràs la reseña...
Yo de niña decìa que querìa ser turista...No se me hizo...Chin!!
Besitos...
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