
Me dispuse a cocinar (cosa rara por que siempre ando por la oficina y la calle) fui al tienda por a la reglamentaria caguama (cerveza de a litro) pa marinar la carne (jajaja que buen pretexto) y leche que ya no había. Fue una buena tarde.
A eso de las 7 cuando el sol estaba cayendo y la luz es como dorada, y ya bajaba el calor de la tarde, me fui a la neveria que está a dos cuadras y me compre un helado doble en barquillo. Hacía mucho que no iba solo a compararme un helado, me sentía como niño, caminando con una gran gran sonrisa en la cara, mientras comía mi helado y daba la vuelta por mi colonia. La gente se me quedaba viendo, bueno no a mi, si no al helado y a mi sonrisa. Siempre ando corriendo, hacía mucho que no disfrutaba el caminar a paso lento, con un helado enorme por las calles que tienen muchas historias en mi vida.
Como a la hora, me marcó mi mamá, (yo les había hablado en la tarde para saludarlos, pues mis papas viven en otra ciudad mas tranquila y con mejor clima desde que se retiraron) y muy angustiada me pregunto con mi hermana que también vive en el D.F. y pues le dije que no sabía donde andaba que no había hablado con ella... pero su tono de voz no era normal, así que le pregunte que ¿qué pasaba? y me contó de manera desarticulada que les habían llamado por teléfono diciendo que la tenían secuestrada. (no es la primera vez, hace como 2 años y medio hubo una temporada en la que les marcaban diciendo que era yo el secuestrado) y que la trataron de localizar en sus teléfonos y no contestaba. Mi papá que si bien no es tan mayor, ha pasado ya por varias operaciones y pues estos sustitos no le caen nada bien.
Mientras hablaba por el celular con mi mamá, al teléfono de la casa entró una llamada y era mi hermana que me buscaba para preguntarme unas cosas, así que sin decirle que pasaba puse el celular cerca del auricular del teléfono de casa para que mi mamá escuchara que todo estaba normal.
Ya mas tarde me cambié el outfit y me dispuse a salir a correr por el camellón lleno de arboles y fuentes... estoy volviendo a correr después de mi carrera de 10 km el año pasado, el reto es bajar el tiempo y hacer los 10 km en menos de una hora.
El mismo último lunes de mayo, en la Gran Ciudad de México pude atravesarla en menos de 35 minutos de sur a norte, pude cocinar y jugar con mi perro, pude salir a caminar y comer un rico helado, pude ser víctima de un secuestro psicológico, pude vencer el cansancio de las piernas y correr 5 km., pude darme cuenta de lo efímero que somos y que las tardes solares, aquellas en las que la silueta de las hojas de los arboles tienen un ribeteado dorado, son un recuerdo de la cantidad de posibilidades que existen afuera de mi oficina.
6 comentarios:
Qué asunto más desagradable el de los secuestros (psicólogicos o no). Lo interesante de esto es el contraste; poder disfrutar en un lugar famoso por el sufrimiento. Como mi anécdota del "limpiaparabrisas". Cómo me hizo reír aunque, si lo miramos a profundidad, es espantoso.
En fin, contrastes contrastes.
oye menos mal que fue el susto... no salio mi coment y juro que yo habia colgado uno... es un complo, mm me encanta el df aun con sus prisas, su gente ajena a todos, con sus marchas incluso con su cielo negro...
a veces basta salir y comer un helado y disfrutar de lo cotidiano... admiro que corras yo creo que no osaria hacerlo y todo por no volver "con la frente marchita" ja
No manches!! esas llamadas me imagino que aunque sabes que no es cierto si te causan angustia .
Bueno pero despues de todo tu dia estuvo diferente y padre!.. esos días como se valoran jeje.
Y el tric de que sabor de helado comio?? o acaso andaba de viaje? ja
saluditos!!
mas alla del incidente rescato la tarde rica y que evidentemenete disfrutaste, el atardecer reflejado en lso arboles, el viento, la gente que sigue con su ritmo diario mientars tu solo estas contigo, observando, bien dicen que Dios esta en los pequeños detalles, que lo mas hermoso esta en las cosas mas sencillas, ojala que despues de esta tarde, tengas oportunidades mas frecuentes de regalarte tardes deliciosas, pero sin llamadas.
Un abrazo
Siempre el DF es un espacio de contradicciones y sorpresas. A los que a aquí nos dedicamos a derrochar la existencia eso no deja de asombrarnos. La realidad que presentas en un día atípico nos demuestra que por mucha que sea la rutina a la vida, o al destino, siempre le da por crear nuevas opciones.
Saludos
A lo dicho. La capirucha sería el lugar más chingón para vivir en el mundo si no tuviera delincuencia. Todo lo demás se perdona, la contaminación, el tráfico, los micros y el olor a tacos en la calle. El PRD no hace nada para controlar el problema y los únicos que parecen estár luchando son los del gobierno federal, qué lástima que la gente del DF sigue votando por esos inútiles.
A mi papá le hicieron lo mismo hace como un año, gracias a Dios estaba cerca de la casa y mi mamá le marcó a mi hermana en ese momento. Me dio mucho coraje y se me hace muy raro que siempre parecen marcarle a gente mayor con hijos, obviamente hay fuga de información en la compañía de celulares así es que mucho cuidado al dar los datos.
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