domingo, 2 de noviembre de 2008

Día de muertos!!

Desde niño, durante los últimos días de octubre, veía que la gente en las calles ya usaba chamarras y algunos incluso bufandas con las que se cubrían del aire frío y ya despuntaba el cielo azul con nubes diáfanas y alargadamente flacas de este valle al caer el otoño. No era raro ver a mujeres que en sus brazos llevaban ramos de cempasuchitl ; esas flores de naranjoamarillo color que abundan en el centro de México para señalar el camino de los difuntos a casa.

Era común desde que tengo memoria, poner un pequeño altar de muertos o fieles difuntos (nunca he entendido eso que? le tienen fidelidad a la muerte jurándole nunca volver a la vida???) a mi abuelito paterno, yo no lo conocí en vida, murió 5 años antes de q yo naciera, pero siempre ha sido un personaje no solo "familiar" sino cercano.

Bueno, así que como fuí creciendo, fue creciendo la ofrenda de altar de muertos, yo ya era el responsable en la casa para montarla a final de cada octubre. Ya tenía mi "kit" de ofrenda en un cajón que se guardaba por un año para reaparecer al siguiente, el papel de china comenzó a perder la intensidad de sus colores, las calaveritas de azúcar era atacadas por la hormigas.

Deje de poner ofrenda los últimos dos años por que en ellos la lista de los titulares de las respectivas fotos de muertos para el altar engroso vertiginosa y cercanamente en mi familia y no tuve el valor de ponerlo.

Este año lo volví a montar, quería ya sumarle las 9 fotos de nuevos "fieles difuntos" del altar de mi casa (sí, cómo los dioses manes de la domus romanas).

Pensaba escanearlas y hacerlas de medidas homogeneas de los rostros e imprimirlas en sepia para que "combinaran" con la foto antigua de mi abuelito que siempre se lleva la parte central de la ofrenda. No puede ni quise abrir los albumns fotográficos para ver su mejor y más fotogénico perfil.

Haber si al rato empiezo. Hay que encontrarle el lado lúdico y didáctico a la muerte. Me gusta mucho esta tradición, me gusta su sarcasmo e hipocresía, me gusta su fuego y artificio, su burla y seriedad, su color y olor, su recuerdo y saberse compadre de la muerte.

Me gusta que es algo que identifica a mi país, a mi pueblo. Me gusta México.

3 comentarios:

Jo dijo...

y pensar que es una mezcla de salvajes creencias y civilizadas manifestaciones, el tzompantli macabro que de fondo se alza sobre altares y decorandolos con colores y azucar para queno sea tan drastico.

a veces el encanto que me causa es mirar la luz ambar de las velas, haciendo juego con el tapiz de las semillas, o los sabores que se quedan flotando para esperar a que las almas vengan por un poco de su escencia esto es magico.

y mucho mas bonito que halloween que no me vengan con cuentos (yo pinto mi calavera)

Jana dijo...

Que padre ha de ser eso de poner un altar.. aqui en mi casa no se acostumbra, creo que nunca hemos puesto uno... pero es una linda tradición que se debe de conservar nuestra forma de ver a la muerte es original y nadie mas la tiene.

saluditos!

Micaela Hierro Dori dijo...

12 de la noche en Buenos Aires, Argentina.
Me gusta el reirme de la muerte,
Me gusta respetar a los antepasados,
Me gustan las fotos sepia,
Me gustan las velas y el incienso,
Me gustan las costumbres de Mexico,
Aquí no tenemos esa tradición.

Que voy a hacer,
je ne sais pas

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