Las dos Españas.

Cuando nos conocimos; chocamos. Inexorablemente chocamos, tan distintos, disimbolos, veíamos a la creación desde trincheras no solo distintas, sino antagónicas y aun así, pudimos construir puentes. Así convivimos durante 300 años, no eramos creación, eramos filiación.

Dentro del sistema ingeniado por Carlos V y su corte para administrar las nuevas tierras para la casa de los Austrias, y aun con la figura del pacto "feudo vasallatico"; de la fusión y el encuentro de dos culturas nació un mestizaje singular. Ya no tribus mesoamericanas fragmentadas, con sacrificios antropófagos, con un panteón mítico/religioso rico y ornamentado, con poesía y relación directa y sustentable con la naturaleza, con un equilibrio cósmico y una relación violenta con sus vecinos, los que tantos conocimientos y riqueza nos han heredado. Ya no solo los expedicionarios y mercenarios, también los que dieron todo por "hacer la América", los que fueron conquistadores conquistados por esta tierra, por su colores y sabores, los que hicieron una rama diferente de iberia, los descendientes de moros, castellanos y judíos, los que dejaron todo por hacer una nueva Patria.

Así, el reino mexica en 1523 jura lealtad a la Corona de Carlos V de Alemania y I de España, y se vuelve un reino más de imperio, incluso con jerarquía y un peso político y económico mucho mayor que otros reinos, condados o principados de la misma Europa.

Del fruto de esta fusión y comunión nace por Real Cédula de 1535 el Virreinato de la Nueva España. La Ciudad de México tendría en ella el asiento de la Capitania General, la Real Audiencia, Real y Pontificia Universidad primera de América, Primera Imprenta del continente, el Obispado de México, y casi todo eso en menos de 20 años de haber caído el régimen Mexica. Así en contradicción de lo que dice la historia oficial, no fuimos colonia sino un reino hasta las reformas de los Borbones de 177o´s
Tomamos el nombre de nuestro padre, tomamos la piel de muestra madre. Nacieron los novohispanos. (1535-1821) Casi tres cientos años de una sociedad y cosmovisión de la cual heredamos los mexicanos. Un alter ego de la "metropoli" un reflejo en un espejo humeante, un dialogo que ha sido de romance y de gritos, un lazo que estuvo atado se desamarro y ha soportado etapas de tensión y reflexión.

Las dos Españas: La Antigua España y la Nueva España.
Encontré en el Museo Nacional de Historia una pintura que creo expresa muy bien el sentimiento de esa sociedad tras las reformas borbonicas de Carlos III en el último cuarto del s. XVIII, creo q nos muestra un dialogo de aprendizaje y respeto entre las dos Españas velando por un futuro mejor para los valores, la visión, y los intereses de la Hispanidad.

Creo q en este mundo globalizado y de bloques de intereses, Iberoamerica podría ser un peso importante en el equilibrio del nouveau regime, pero para eso primero tiene que haber el dialogo desde un punto común q nos una e identifique.

Hay que trazar puentes. Hay que cambiar el sistema por uno que le sirva a la mayoría. Creo firmemente en que España y México pueden tender esos puentes, darnos a esta rica y compleja relación un proyecto a mediano plazo, que incluya al resto de la América española en defensa y promoción de lo que nos une a todos más allá de traumas e historias patrioteras: La Hispanidad.