miércoles, 22 de septiembre de 2010

las miras......


Todo depende del cristal con que se mire.

Para unos hueco, para otros excesivo, otros dieran que fue poco de su interés, algunos incluso no encontraban que celebrar.

Para mi un pretexto para sumar más elementos a la decisión de regresar y querer hacer país.

Si bien, parto de que es excesivo, injustificable, lastimoso y será difícil de conciliar los más de 3,000,000,000 de pesos (unos 240 millones de dolares) que se están dedicando a las acciones de conmemoración y festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución; veo en estos "pretextos" elementos objetivamente positivos (y reconocer muchos negativos) para salir a la calle y tomar los espacios públicos.

México, es mucho más que su gobierno y sus políticos, el mejor ejemplo de ello fue la reacción ciudadana de la capital del país tras el terremoto del 1985, en donde la solidaridad y el temple de la gente tomó las riendas de rescatar y levantar a esta ciudad tras el mutis, soberbia e inactividad del gobierno.

Aunque la historiografía oficial nos vende un lazo conductor genealógico de los mexicanos de hoy únicamente con las grandezas (nunca los vicios) de Aztecas y Mayas, omitiendo la mayor de las veces los 300 años Novohispanos, y elevando a altares civiles a dudosos héroes de bronce, poniendo y omitiendo personajes según el cuento que legitime a los vencedores, se olvida que son los de a pie, los pequeños, lo que construyen para bien o para mal a nuestras sociedades.

Al limitar nuestras miras solamente a la acción o inacción de las "figuras públicas" pecamos por omisión y entregamos cual cheque en blanco nuestro presente, endosando en el mismo acto nuestro futuro. Pareciera que nuestro cielo se eclipsa por los nubarrones de la ausencia de un proyecto que sume la tremenda diversidad de México.

Pero es ahí, en las miras, en la forma de mirar la compleja realidad en donde podemos sumar y enriquecer el debate.

Se nos olvidan nuestra riquezas como país, y nuestras flaquezas se maquillan con patrioterismo y chauvinismo, casi siempre negandolas y buscando justificaciones esquizofrenicas . Juzgamos duramente lo superficial, pero demeritamos lo que nos mantiene unidos a pesar de lo complejo que es incluso en el papel mantenernos juntos.

Nuestras grandes derrotas como Nación han sido / son cuando más desunidos estuvimos / estamos, no es solo lo material como la mitad del territorio que perdimos en la guerra, me preocupa más la perdida del espíritu de formar país, de ser miope ante las cosas buenas y éxitos, de no ser realistas ante la urgente realidad, de no ocupar lo más esencial de la ciudadanía: el espacio público.

Podemos seguir criticando todo, absolutamente todo lo superficial y perder el tiempo de entrar al debate necesario que es discutir y proponer al México del presente, podemos seguir echándole la culpa a su villano favorito según su línea de pensamiento, podemos seguir siendo omisos a la urgencia de ser objetivos con datos duros y reconocernos en el otro.

Así como las mujeres y hombres que sin otras herramientas que sus manos removieron los escombros de la ciudad que se vino abajo en 1985, recordemos que nos hemos caído muchas veces, y que nos hemos levantado igual o más veces.

Las miras sobre el impacto que cada uno tiene en hacer país es básico para ubicarnos en el contexto real y actual para decidir que hacemos; quedarnos abrumados y paralizados ante nuestra realidad o ser actores responsables en cada faceta y ámbito de nuestra pequeña pero increíble existencia humana.

1 comentario:

JAIRO QUINTERO dijo...

parece que tu cristal es bastante gris

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