Me gustó Colombia, a diferencia de lo que muchos piensan, no me sentí inseguro (varios me lo preguntaron) se ven muchos militares en la calle, para subir al transmilenio me llegaron a revisar mi mochila por eso de no usar armas en el transporte publico (si, aun adentro de los buses hay letreros donde prohíbe la portación de armas ¿¿¿???) Todos los motociclistas usan chalecos reflejantes con el número de las placas / chapas de su vehículo, la grán cantidad de mariachis y el sentimiento de curiosidad de ir por las calles y escuchar música mexicana en los coches o en las casas, las arepas (comida tradicional similar a las empanadas) son muuuyyyyy buenas, es una ciudad con una personalidad que yo sentí como si se quisiera dar una nueva imagen y concepción de sí misma y de sus ciudadanos resurgiendo de la sepia imagen que en los 80´s tenia como una ciudad muy insegura y sucia, hay un sentimiento de reinventarse como una ciudad moderna que esta al pié de las montañas, con un clima frío en el cual tomar café y tamales tolimenses es muy sugerente. Y que decir de la mujer colombiana, WOWWWW!!! muy hermosas. Aparte de ellas, lo que más me gustó fué la gente, me trataron increíble, cuando me perdía en las calle y preguntaba alguna dirección me guiaban e incluso me acompañaron, cuando preguntaba por algún lugar donde comer algo típico se dejaron hasta la puerta... eso sí, su carácter lo sentí medio lacónico, introspectivo, no se si es por vivir en clima frió, por su pasado reciente azotado con 40 años de guerrilla, de secuestrados políticos, de la mala imagen que se les ha hecho en el mundo,,, no se, pero el hablar tan correcto del castellano, el que la gente se hable de usted incluso los niños, que al saberme mexicano me decían que me parecía a un artista de telenovela ¿¿¿???, me la pase rebien.
Cómo tenia que estar temprano en el aeropuerto y no quería pagara una noche mas de hostal, dejé mis cosas en un locker y me fuí a fiestar al parque de la 93, se acabo la fiesta y me fuí a dormir a la banca del parque publico hasta que llego la policia y me dijo que ahí no podía dormir, así que a eso de las 4 a.m. llegue al aeropuerto de "El Dorado" y me dormí en las bancas de la sala de espera, se me torció el cuello, terminé molido, ya en el avión de Avianca desde las alturas me despedí de Bogotá.
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