

Al bajar por la super avenida del norponiente; cuando las corrientes de aire son intensas y disipan la capa de contaminantes, el cielo azulino y los dos volcanes nevados al fondo me hacen querer estar a- zu - lado, cuando me interno en los laberintos de las calles del centro del valle, me siento rodeado de cerros que se esconden detrás de los edificios y los anuncios espectaculares que me saturan de imágenes y mercancías que no necesito.
Siempre es una aventura estar aquí en el gran valle de Anahuac, donde una vez hubo un lago, y caminaron aztecas y conquistadores. En estas calles he caminado con ella, la que por etapas me robaba el sueño, ahora camino y me pierdo contigo, la que hoy me hace soñar de nuevo.

El Gran Valle de Mexhico Tenochtitlan me abre sus calles como los brazos de la amante nueva, es tan intensa ésta concentración urbana que me aturde y me alegra vivir aquí, somos tantos que siempre hay historias e histerias que contar y encontrar.

1 comentario:
La luna... la luz que inspira, eso es todo lo que necesitaba leer hoy para reafirmar que soy un toro enamorado de la luna!!! gracias...
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