viernes, 18 de enero de 2008

Y de que me sirve....

hombre de campo, castellano por generaciones, acostumbrado a lo simple, a lo cotidiano de la rutina de su entorno se sorprendió cuando un hombre en extremo delgado, con barba descuidada, blanca como la nieve del invierno en sierra morena, vestido con piezas de un metal oxidado y destartalado por el tiempo, con un yelmo de barbero en la cabeza para cubrirse del sol de La Mancha le invito a cabalgar para rescatar doncellas y librar grandes aventuras como Don Gines o Lanzarote; y de una buena vez terminar con el infeliz de Membrino y sus encantamientos.

su figura rechoncha por su amor a las butifarras y al jamón serrano se balanceaba al caminar en un ir y venir por el establo donde el escuálido caballo de su interlocutor reposaba sus huesos en la sombra.....

el hidalgo al verlo tan indeciso lanzó su primer ofrecimiento.

.- Te haré gobernador de una isla!!!! (exclamo con tono triunfal)
.- mmmm.... de que ínsula mi señor? (responde como cierto asombro el castellanito)
.- De la ínsula Barataria, donde serás llamado señor y tendrás toda la butifarra y embutidos que su merced desee!!!
............. y tendrás oro, y sirvientes............y .........

.- no se ofenda mi señor... pero y eso.... de que me sirve ???

Ofuscado Don Alonso, abrió tremendamente los ojos, y se dió cuenta que si aquel hombrecillo lo llegase a seguir, sería por que el amor a hacer camino de aventuras sería mas grande que el calmar a sus propios y humanamente persistentes instintos.

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