lunes, 24 de marzo de 2008

manejando a tientas

De regreso a Ciudad de Guatemala, y tras la mala experiencia en Colombia de estar atenido a los horarios e incomodidades de los camiones locales, decidimos rentar un coche, el plan era salir directo del aeropuerto de la aurora, rumbo a el lago de Atitlan.

Pues por la nula señalización, me perdí, llegue la Antigua Guatemala en lugar de seguir el camino hacia Sololá, pero creo que ha sido de las mejores perdidas de mi vida, llegamos justo al momento de las procesiones del Ecce Homo y la Mater Doloris, las calles de Antigua llenas de copal, inciensos, música fúnebre interpretada por la banda local que seguía el paso de los carros donde estaban las santas imágenes y que eran cargados por pobladores del lugar vestidos de luto o a la usanza romana tropicalizada o de "palestinos región 4".

Ya después de apreciar la procesión, comimos unos taquitos en la plaza de La Merced y nos dispusimos a rolar rumbo a Atitlan, tomando la carretera rumbo a Quetzaltenango, y de ahí a Santiago Atitlan... pero OH!! sorpresa, la carretera de un solo carril por sentido y sus inacabables curvas me hicieron darme cuenta que 1) o fue una gran idea manejar en la noche cuando NADIE mas viajaba y por lo tanto no me tocaría tráfico o hacer fila detrás de un camión el cual sería imposible rebasar por todas las curvas..... o 2) fue sumamente estúpido de mi parte creer que podría manejar la sierra de los altos de Guatemala de noche, con una neblina tan densa que practicamente me hizo ir a 10 km/hr y seguir la línea amarilla que marcaba mi camino (eso cuando había línea) no podía ver mas allá de 2 metros adelante.... y así subiendo, bajando, girando, mucho stres, tensión en mis brazos que se aferraban al volante. Así pasaron casi 2 horas, ya cerca de la 1 a.m. ya no quería manejar, estaba cansado, harto, impotente, no había ninguna señal que me dijese "Ud. esta en ...." perdido en la sierra de Guatemala, sin tener donde dormir, pues tome una decisión, orillarme y dormir en el coche y que la luz del día me orientara de nuevo.

Encontré una brecha que me llevo a un páramo, y ahí había una cavidad en el cerro donde medio escondí el coche.... saque la mantita que me había dado en el avión, eche el asiento hacia atrás y lo recosté y pues a dormir.... era la segunda vez que me pasaba esto, la primera en la provincia de Granma en el sureste de Cuba, pero esta vez hacía mucho frió y no sabía donde estaba, aun así dormí unas 5 horas.

La luz del nuevo día me despertó. Salí del auto y hacía mucho frío, y camine para buscar a "alguien" que me orientara, a lado del camino un señor maya que apenas hablaba español me dijo que me había pasado de mi salida hacia Atitlan, pero que no estaba muy lejos, así que retome el camino y me dí cuenta de que estaba en plena serranía abrupta en verdad estaba mas que horrible esa carretera, pero bueno.... llegue a Solala, a eso de las 8 a.m. y de ahí a bajar a Panajachel, en verdad que fue bueno el no haber encontrado la salida a Panajachel, por que esa bajada de noche, hubiera sido suicida.. por algo pasan las cosas.

La vista desde la montaña del lago de Atitlan es increíble, un lago que esta rodeado por 3 volcanes, se siente TANTA inmensidad, conseguimos un hotelito con agua caliente y camas cómodas.... siempre mejor que el asiento del coche. Panajachel tiene una vista increíble, es un lugar mágico, no por nada dicen que es el lago mas hermoso del mundo, y fue por poner en duda dicha afirmación la causa por la cual decidí ir a Guatemala. No se equivocan.

Había mucho turismo, sobre todo local, se puede hacer cayak y bucear en el lago, los atardeceres son indescriptibles y las columnas de vapor de agua exhalando desde los cráteres le dan un toque surreal a estas tierras. Pero aun faltan lugares que describir, el siguiente lugar, el mercado indígena de Chichicastenango.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué chingón!!
Se antoja machín!

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